Si una mano tuya elude la desgracia
Con la otra mano descrubres
Que todo aquello nos es nada más que escombros.
¿Es sobrevivir a la muerte el vivir?
Se opone a tu suerte una mano tuya,
Mas la otra, ves, en seguida te asegura
Que sólo puedes retener
Migajas de recuerdos.
Giuseppe Ungaretti