Siempre se escribe la historia del que manda. Por eso hay que mandar para tener historia. Los obreros no tenemos historia que escribir en ningún sitio, ni para nadie que nos mire como ejemplo.
Cada día me convenzo más de que soy un obrero. Un obrero aunque no vista mono. Es una conciencia de las cosas, una responsabilidad social.
Cuando el derecho es violado, nace la fuerza, dictando contraderechos y normas que hollan la conciencia común; entonces aparece «la gran amenaza» para los que ejercitan «la fuerza» desde el puesto que debe ocupar la ley.
jossantonio